Cuando viajas te das cuenta que a veces lo que te dicen en los libros ser único de un lugar, de una cultura, de un elemento artístico o de un acontecimiento histórico no es tal como parece. Al principio cuando te das cuenta puede que te sientas un poco agobiado: si todo al final se repite con patrones, el horizonte de la experiencia humana se queda mucho mas pequeño que lo que nos parece al principio de nuestro cuento vital, o sea todo lo que te dicen desde pequeños cuando nos cuentan como esta hecho el mundo.
Pero luego te das cuenta que las matices, las mismas con las que aburro a todo el mundo cuando hablo de mis pensamientos, son muchas y que al final solo es la como decidimos de enfocar nuestra visión de ver las cosas que cambia, no tanto las cosas en si mismas.
Hoy estaba pasando por una calle que, os juro, parecía igual igual que una calle italiana que tomo a veces con el coche. La sensación de deja-vu fue tan grande que me dio como para reírme por el estupor. Tuve que controlarme solo porqué una mujer con el romero mágico ya me estaba mirando de forma poco simpática lista a regalármelo en cambio de dinero…
Y pensar que el turismo masivo nos vende el viaje como forma de ampliar la mente mientras que la mía dio probablemente un paso atrás al mismo tiempo disfrutando de una sensación de seguridad debida a la familiaridad de esa calle gemela de otro pais.
Es un poco como los seres humanos, somos tan parecidos al final de las cuentas… eso no significa amor incondicional o tomar los cabrones y hacerlos héroes de la incomprensión humana, pero es verdad que no hay que mirar demasiado a las matices para crear diferencias donde no existen tanto como no hay creer que todo el mundo es igual solo porqué dos calles son muy parecidas…
Total que al final ví a esta iglesia donde los ángeles estaban dotados de unas alas muy raras y me quede un rato a contemplarlas para ver si podía reproducirlas en algunas de mis obras de Talla de Madera. Los ángeles son unas criaturas muy curiosas porqué son imaginarios y aun así muchas personas creen en ellos. Quien sabe si creer que algo existe, que sean ángeles o que sean patrones, sirva de algo para nuestra existencia. El deseo de seguridad es sustancialmente el elemento mas importante que la política del terror mas o menos internacional utiliza a diario para mantener el poder y el consenso, así que no hay que despreciarlo o disminuir su valor. Pero sin la seguridad nos encontramos en un mundo donde cada día podemos crear algo diferente y donde nuestro pasado no nos atrapa en lo que eramos un tiempo. Salir de nuestra área de confort como dice alguien.
Igual como siempre la verdad está en el medio, pero yo creo que la verdad no exista o que si existe no se pueda comunicar fácilmente (en el sentido que pide demasiado esfuerzo para aceptarla y las personas quieren ser cómodas), así que mi pensamiento hoy va a estos ángeles que seguro tienen unos gemelos en algún lugar en el mundo pero para mi, hoy, han sido únicos, por lo menos por lo 5 segundos que la mujer del romero me concedió para sacar las fotos antes de ir al ataque…
Luca Povoleri