La Fuente de la Vida y la belleza de los cristales

Como psicólogo clínico he estudiado neurociencias en la carrera universitaria, y siempre he sido aficionado de física y química desde el instituto. Estaba tan interesado que en los últimos meses de instituto hacia actividades extra de física y hasta un participé a un curso de 40 horas propuesto por la Università degli Studi di Milano donde los profesores de la carrera de Física de la universidad enseñaban a los chicos del instituto los diferentes campos de aplicación de la física en la investigación científica de esos años.

Cuando después de muchos años de práctica me he interesado al mundo de las terapias complementarias, querido lector, puedes imaginar que raro puede haber sido para mi empezar un curso de balance energético con Cristales!

Eso, como lo lees… cristales. Estas piedras de colores, ni se sabe exactamente si de verdad cada piedra corresponde al cristal como no somos expertos en esto, que según muchas personas tienen un poder terapéutico para el trabajo emocional y la búsqueda de un equilibrio mental/energético.

Hoy estaba activando por la primera vez desde cuando volví a mi base italiana, la Fuente de la Vida, actualizada según las experiencias y los maestros que he tenido desde entonces y conectada con mi experiencia Islandés del ultimo octubre. Y pensaba… si no hubiera conocido a esa maestra de cristales, creo que nunca habría podido acercarme a este mundo sin que mi parte de científico me censurase.

Yo creo que las personas que nos enseñan son mas importantes de las técnicas que utilizamos. Y con esto no digo que hay mejores maestros de otros, aunque por cierto es asì, pero la consciencia de la persona que tenemos en frente, si apoyada por su manera abierta de enseñar técnicas especiales como la sanación con cristales, es lo que nos permite de hacer que una experiencia tan lejos de nuestras expectativas pueda ser tan rica para nosotros.

Hoy encendiendo la Fuente de la vida, mi pensamiento va a Beate y a su curso, pero también a la luz que comunicó su persona cuando hablamos de nuestros proyectos, de nuestro caminos que por ser tan diferentes, se acercaban tan bien en ese mundo de cristales más hermoso.

Hoy en dìa utilizo los cristales para trabajos complementarios de balance, para meditaciones de grupo, para limpieza energética, para protección durante los masajes holisticos o los trabajos chamanicos, y como fuente de inspiración para las personas normales y corrientes como yo, que con una cultura científica tradicional, siempre viven curiosos de la vida, de las herramientas más sencillas, como de las más complejas, sin pararse a la superficie.

No importa creer en algo. Yo creo en todo y no creo en nada. Importa solo tener todos los sentidos abiertos, ser honestos consigo mismo y con los demàs y tener la humildad de probar, estudiar los resultados, y aplicar los que vemos como efectos positivos, para que la gente viva mejor.

Que pasàis un dìa luminoso!

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